El Ashtangs Vinyasa Yoga es una práctica que forma parte de un estilo de vida alineado con una filosofía de vida en calma, en la que mente y cuerpo se encuentran en sintonía.
Este yoga ancestral una danza continua que contiene varias series en la que la primera nos prepara para la siguiente. Movimiento en sincronía, respiración, punto de fijación visual y cierres energéticos: de esto se trata este tipo de yoga.
Los tiempos de la vida moderna nos llevan a actuar sin pensar, a seguir andando sin detenerse, por que quien lo hace, en teoría, pierde. Ya son muchos quienes buscan aunque sea un par de horas a la semana, volver a conectar consigo mismos. Se trata tal vez, de recuperar o reencontrarse con la energía que depositamos en cada acción que realizamos.
¿Y por qué realizando ejercicio físico? Porque lo físico se transforma inevitablemente en fuerza de voluntad y en equilibrio emocional. Al trabajar el cuerpo, estamos también trabajando ambos hemisferios cerebrales. Además, la flexibilidad de nuestras articulaciones se traducen en flexibilidad mental.
En los Himalayas nació el Ashtangs Vinyasa Yoga. Aunque se desconoce el momento exacto de su creación, sí es seguro que se trata de una práctica ancestral, popularizada en el siglo XX de la mano de Sri K. Pattabhi Jois.
El Vinyasa hace referencia a la sincronía entre el ejercicio y la respiración entre cada una de las posturas, o asanas, como son llamadas. Todo se trata de la respiración, que en este yoga es fuerte y profunda. Al regularla, también se trabaja sobre la circulación sanguínea. A medida que el respiro se vuelve más rítmico en la práctica, el cuerpo se alinea y la mente se calma.
Según los especialistas, mientras mayor es la sudoración, más profunda es la limpieza de nuestro cuerpo, debido a las toxinas que se eliminan a través de la piel. Los maestros aconsejan no secar el sudor durante la práctica, para que permitir la reabsorción de las sales minerales.