170 académicos holandeses firman un manifiesto con las 5 políticas clave post Covid-19

Las aceleradas decisiones políticas y económicas por parte de los estados para hacer frente a la crisis del Covid-19 son la gran preocupación de los ambientalistas. Consideran que en este momento las decisiones deben considerar las consecuencias que tendrán en una crisis ambiental futura. También, que en este momento pueden tomarse decisiones que sean favorables al medio ambiente. «Todo esto requiere una acción drástica e integrada y hace que sea crítico comenzar a planificar un mundo posterior a COVID-19 lo antes posible» declaran científicos ambientales y sociólogos.

170 académicos de ocho universidades holandesas firmaron un manifiesto con una lista de cinco propuestas para un modelo posterior a la crisis: «Planificación para la post-corona: cinco propuestas para elaborar un proyecto radicalmente más sostenible e igualitario mundo».

«El hecho de que COVID-19 ya ha tenido un impacto económico tan importante se debe, entre otros factores, al modelo de desarrollo económico que ha sido dominante a nivel mundial durante los últimos 30 años. Este modelo exige una circulación cada vez mayor de bienes y personas, a pesar de los innumerables problemas ecológicos y crecientes desigualdades que genera» afirman en el manifiesto.

Estas son las 5 propuestas de políticas clave para un modelo de desarrollo psoterior a COVID-19 que, según los expertos «pueden aplicarse de manera inmediata y sostenida después de que esta crisis particular haya disminuido».

Los cinco puntos clave

1) Un alejamiento del desarrollo centrado en el crecimiento del PIB para diferenciar entre sectores que pueden crecer y necesitan inversión (los llamados sectores públicos críticos, y energía limpia, educación, salud y más) y sectores que necesitan un decrecimiento radical debido a su insostenibilidad fundamental o su papel en la conducción del consumo continuo y excesivo (especialmente el sector privado de petróleo, gas, minería, publicidad, etc.).

2) Un marco económico centrado en la redistribución, que establece una base universal de ingresos arraigados en un sistema de política social universal, una fuerte imposición progresiva de los ingresos, ganancias y riqueza, reducción de horas de trabajo y trabajo compartido, y reconoce el trabajo de cuidado y servicios públicos esenciales como salud y educación por su valor intrínseco.

3) Una transformación agrícola hacia una agricultura regenerativa basada en la biodiversidad conservación, producción sostenible y en su mayoría local y vegetariana, así como proteger condiciones de empleo agrícola y salarios.

4) Una reducción del consumo y los viajes, con un cambio drástico de lujo y despilfarro consumo y viajes a consumo y viajes básicos, necesarios, sostenibles y satisfactorios.

5) Una cancelación de deuda, especialmente para trabajadores y propietarios de pequeñas empresas y para países en el sur global (tanto de países más ricos como de instituciones financieras internacionales).