Caen abruptamente las vibraciones de la tierra

Hace unas semanas hemos visto cómo los satélites captaban la reducción de partículas de dióxido de nitrógeno en el aire, que resultó en una mejor contaminación. Muchas cosas han cambiado desde entonces; una de ellas es que ahora también los sismólogos detectan una caída abrupta de las vibraciones en la tierra.

Thomas Lecocq, miembro del Servicio de Sismología y Gravimetría del Real Observatorio de Bélgica, declaró: “Los datos de un sismómetro en el observatorio muestran que las medidas para frenar la propagación de COVID-19 en Bruselas causaron que el ruido sísmico inducido por los humanos cayera en aproximadamente un tercio. Una reducción de esta magnitud generalmente solo se experimenta brevemente alrededor de Navidad” .

El confinamiento, la reducción en la producción, en los movimentos de los medios de transporte, y en líneas generales, en casi toda la actividad humana ha resultado en un menor ruido en la corteza de la tierra, según explica el experto.

«Así como los eventos naturales como los terremotos hacen que la corteza terrestre se mueva, también lo hacen las vibraciones causadas por vehículos en movimiento y maquinaria industrial. Y aunque los efectos de las fuentes individuales pueden ser pequeños, juntos producen ruido de fondo, lo que reduce la capacidad de los sismólogos para detectar otras señales que ocurren en la misma frecuencia» explica la revista Nature.

¿De qué manera podría afectar esto a la tierra?

Al tener la posibilidad de obtener mayor información sobre los movimientos reales de la corteza terrestre, los geólogos y sismólogos tendrán la posibilidad de estudiar la situación en su totalidad y advertir sobre cuales son los desafíos a los que nos enfrentamos. También, de planificar nuevas vías de acción.

«Si los bloqueos continúan en los próximos meses, los detectores en ciudades de todo el mundo podrían ser mejores de lo habitual para detectar las ubicaciones de las réplicas de terremoto» explica Andy Frassetto, sismólogo de las Instituciones de Investigación Incorporada de Sismología de Washington DC para Nature. Además explica que así «obtendrá una señal con menos ruido en la parte superior (de la tierra), lo que le permitirá extraer un poco más de información de esos eventos».