La UNESCO, declaró el 2021 como el “Año Internacional de la Economía Creativa”. Este tipo de economía ya vigente desde 2013, ha ganado fuerza en 2021. Esta entidad prevé resultados positivos con este modelo para algunos sectores duramente castigados por la crisis sanitaria, especialmente el sector cultural.
Aunque paradójicamente, ha sido uno de los sectores a los que más hemos recurrido durante los periodos de confinamiento alrededor del mundo, también ha sido de los más castigados. Los cierres de instituciones creativas y la suspensión de conciertos, entre otros, deja al sector inmerso en una profunda crisis.
Apoyo a la diversidad cultural y la creatividad
Este tipo de economía, también conocida como Economía Naranja, abarca y reconoce a los sectores de propiedad intelectual y conocimiento. Se trata de un modelo de desarrollo donde la diversidad cultural y la creatividad, son un pilar de transformación social y económica de un país.
El sector cultural deja alrededor de un 3% del PIB mundial. Representa además un total de 30 millones de empleos alrededor del mundo. Las empresas dedicadas al sector creativo o cultural promueven cantidades billionarias de dinero según la Unesco.
¿Cuáles son sus beneficios?
En muchos lugares del mundo, este modelo económico, ya se aplicaba con anterioridad a la crisis sanitaria con resultados muy positivos, uno de ellos, Colombia. Este país, fue pionero en aplicar esta economía en sus políticas gubernamentales, registrando un crecimiento en los últimos años, de empresas dedicadas al sector creativo y fomentando el desarrollo y creación de nuevos empleos.
Son 128 los países cuyas instituciones culturales continúan cerradas como consecuencia de la pandemia.
De 60.000 museos alrededor del mundo, casi el 95% de ellos, permanecen clausurados desde que se declaró el estado de emergencia en todo el mundo, según informa el Consejo Internacional de Museos.
En España, se registra una recesión económica que hace rebajar hasta en un 75% el gasto dedicado a fines culturales. Esto supone unas pérdidas de 3.000 millones de euros respecto al año 2019, año en el cual se crearon alrededor de 700 mil puestos de empleo vinculados al sector.
“La cultura aportó al PIB en 2019 una cantidad cercana a los 40.000 millones de euros, un 3,2% del total (con las aportaciones de la propiedad intelectual incluidas)”- según informa el diario El País.
Es por eso que, la UNESCO quiere reconocer la cultura como un bien esencial, ya que aporta valores positivos para el desarrollo y la sostenibilidad.
Cultura y Agenda 2030
En septiembre de 2015, cuando se aprobó la Agenda 2030, también se fijaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La introducción de la cultura en los ODS supone ciudades más seguras y sostenibles, crecimiento económico y detención de la degradación del medio ambiente; tres pilares básicos de desarrollo sostenible.
Así es como, jugaría un papel transversal, fomentando sociedades más justas y democráticas. Marta Haro, directora de la red española sostenible afirma que: “Sin desarrollo sostenible, no hay futuro”.
Anaís Batanero