La asociación animalista Fondo Natural para la Naturaleza (WWF) ha advertido de una de las peores noticias de la última década: los delfines de río han perdido más de la mitad de sus poblaciones en los últimos 50 años. Todo apunta como responsable a la industria petrolera y la contaminación indiscriminada de las aguas como principales factores.
El informe Planeta Vivo, publicado por WWF, deja ver el importante declive que ha sufrido el delfín de río en los últimos años. Además destaca que esta especie ya consta en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie seriamente amenazada.
Propio de aguas de sudamérica y el Amazonas, la especie ha perdido cerca del 65% de sus poblaciones totales. De continuar esta tendencia, a finales de siglo la especie podría extinguirse.
Las labores petroleras, la pesca indiscriminada y la presión ejercida por la construcción de diques, son algunos de los motivos que están detrás del declive de la especie. Además, la aparición de metales como el mercurio en sus hábitats, minimizan las posibilidades de supervivencia de los mismos.
Programas de conservación: La solución a contrarreloj de un problema latente
Nepal, India o Bangladesh destacan por registrar una situación crítica sobre la conservación de la especie. Se estima que de los 5.000 ejemplares de delfín que se registran, apenas sobreviven unos 300 en las zonas del río Ganges.
La conservación del delfín del río es posible gracias a los programas de conservación llevados a cabo por fundaciones como WWF. Se estima que, con ellos, ha sido posible poder pasar de cerca de 1.000 a 2.000 ejemplares, dentro de un marco de conservación en zonas como el río Yangtsé o Pakistán en los últimos 20 años.
Una ardua tarea para las fundaciones que trabajan en ello. Los planes de conservación, contemplan la vigilancia de las zonas críticas a través de: drones, seguimiento por satélites o monitorización de las mismas, para frenar la futura desaparición de la especie.