El glaciar del Collado Sur en el Monte Everest ha perdido más de 54 metros de grosor a causa del cambio climático, según un nuevo estudio de la Universidad de Maine. Su derretimiento se ha acelerado drásticamente desde la década de los 90. El problema actual es la pérdida de la nieve que cubre al hielo, ya que actúa como aislante natural.
No es novedad que los glaciares del mundo están perdiendo masa. Aun así, hasta el momento poco se sabía de aquellos que están por encima de los 5.000 metros de altura. Los expertos que recolectaron los datos aseguran que el glaciar más alto del Everest está perdiendo está perdiendo cada año el hielo que se formo durante décadas.
Este es un problema que no solo afecta al mismo ecosistema, también tiene un impacto en la capacidad de almacenamiento de agua para la agricultura, la energía hidroeléctrica y el consumo humano. Las poblaciones que suelen vivir cerca de los glaciares de montaña dependen de esta agua para vivir. Además, unos 1.600 millones de personas reciben agua de las regiones montañosas y en estas se encuentran el 50% de los centros de biodiversidad de la Tierra.
El hielo que desapareció en casi tres décadas tardó 2.000 años en formarse
El Glaciar del Collado Sur está ubicado en el Everest a 7.906 metros sobre el nivel del mar. Su rol es fundamental en la región. Más de mil millones de personas dependen de los glaciares del Himalaya para recibir agua potable y de riego, según National Geographic.
“Las predicciones climáticas para el Himalaya sugieren un calentamiento progresivo y una pérdida continua de masa glaciar”, asegura el coautor del estudio, Mariusz Potocki. Se cree que habría perdido la mitad de su masa desde la década de 1990 en adelante. ¿La razón? El aumento de temperaturas en la región.
La actividad humana tiene efectos visibles en el cambio climático. No solo con los glaciares, también con otros fenómenos climáticos extremos como incendios forestales u olas de calor. Lo preocupante en este caso es que la crisis climática ya ha llegado a la cima del mundo.
Glaciares por todo el mundo están perdiendo su tamaño
Que se derrita un glaciar no es una cuestión local, sino que indica que algo está sucediendo en el planeta. El aumento de temperatura no solo provoca derretimientos, también sequías y un ascenso del nivel del mar. Todo esto afecta a los ecosistemas que los rodea de alrededor.
El Glaciar Charquini, en Bolivia, a principios de siglo ya había perdido la mitad del tamaño que tenía en 1940. Desde entonces, se le detectó una pérdida de un metro de espesor cada año. Actualmente en Latinoamérica existen leyes de protección de los glaciares. Por ejemplo en Argentina, en 2010 se aprobó la Ley Nacional de Glaciares, que establece que al detectar que una actividad le es perjudicial al glaciar, se la puede prohibir.
Combatir la crisis climática es esencial, además de que los gobiernos sigan preservando el estado de sus glaciares. Su derretimiento influye no solo en la vida de millones de personas, sino también en la salud ambiental del planeta.
Margarita Colombo Hiriart