Las buenas prácticas de manipulación son una herramienta esencial para obtener productos inocuos para el consumo humano. Cada vez que manipulemos alimentos debemos cumplir con ciertas pautas para que al consumirlos se encuentren en buena calidad, libres de virus y microorganismos patógenos.
A diferencia de las bacterias, que son microorganismos vivos, los virus son pequeños pedazos de ADN o ARN encapsulados que únicamente se multiplican dentro de células de otros organismos. Esto significa que solamente son capaces de reproducirse de esta manera, porque carecen de una maquinaria de replicación celular. Básicamente lo que hacen es «secuestrar» la fabrica de la célula para multiplicarse.
El coronavirus es un virus que afecta directamente a las vías respiratorias.
Además de los cuidados detallados por la Organización mundial de la Salud, como lavarnos adecuadamente las manos y no tocarnos la cara, entre otros; es importante considerar ciertas cuestiones de seguridad alimentaria para prevenir esta enfermedad.
Todo aquello que compremos en el supermercado y llevemos a nuestros hogares debemos lavarlo con abundante agua – en lo posible caliente – y tomar algunas precauciones extra. A continuación, algunos consejos:
• Tener una buena higiene de manos. El lavado debe durar lo que dura la
canción de feliz cumpleaños. El alcohol en gel no reemplaza el jabón. Es importante lavarnos las manos frecuentemente con agua y jabón.
• Evitar la contaminación cruzada, cortando los vegetales en una tabla y la
carne en otra.
• Cocinar bien los alimentos. Deben llegar a una temperatura mínima de 70º C en el centro. Evitar los alimentos crudos.
• Lavar los huevos siempre antes de cocinarlos.
• Conservar alimentos cocidos en la nevera. Nunca dejarlos en temperatura ambiente.
• Lavar adecuadamente frutas y verduras utilizando unas gotas de vinagre o lavandina de uso alimenticio.
• Conservar siempre los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores
o animales de compañía.
Micaela Wodtke